Las potrancas

El general, que engendró treinta y cinco hijos al recorrer los veintiocho estados, pensó celebrar sus setenta años reuniéndolos por primera vez.

 

     Comentó que otrora las potrancas lo buscaban y él tenía que cumplir.

 

     Cuando llegó el día del festejo, mandó a poner veinte mesas y cien sillas para la prole, cónyuges y nietos. Para asombro de los meseros, no llegó nadie. Desilusionado, al investigar, el infértil se enteró de que esos hijos de su madre no sabían a cuál de los uniformados llamar padre.

Sonia Ehlers
 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cartas, emociones e historias

Los lentes de distintos colores

La Vida en matemáticas