Todo vale
En el amor todo vale y nada cuenta cuando es del bueno.
Él le regaló un pañuelo y con él, su corazón. Se acercaron al altar con mil promesas que se dan, con sueños no contados e intenciones esbozadas, dos vertientes se confunden en la flor.
Mas el destino empecinado va surcando el tiempo rebanando, separando y cambiando el trato. Él alzando su voz, descarga toda frustración, sobre la blanda piel morena, con la fuerza de su puño lacerante.
Un... -¡Hoy no! Un... -¡A ver si vengo! -¡Ay!
A ver cómo le hacen, ya no doy para más.
Un grito agudo de tristeza exclama
- !!Este hombre hiere como púas de un nopal!
Ella, queda sollozando en la sierra de San Juan y la estremece el llanto de su vástago inocente.
Él, en la cantina que embrutece y para ellos, ya no hay lugar. Más parece un rosario de ortigas que acabará muy pronto, con el mismo olvido del pañuelo en el desván.
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