Nuestros Años Plateados
“No me digas viejo, sólo soy el doble de joven que tú” Del libro Esbozos La juventud es energía pura empujando los cambios, es la evolución que forja futuros, derrumbando las murallas conservadoras de época, es el paso avasallante que rompe atavismos y crea espacios propios. Esa actitud de vida, que llamamos juventud, puede ir en un cuerpo vigoroso o en uno desgastado por los años, pero , en esencia, se puede mantener, si el ánimo de rebeldía se mantiene. Otro criterio para mirar la madurez se ubica en la consecuencia de vida acumulada, respecto a las convicciones y creencias. Envejece quien carga con incoherencias, cuando se ha vivido a disgusto consigo mismo, porque eso hace infelices a las personas que no han hecho aquello que les habría gustado y que los apasiona, no lograr aquello que los llena de satisfacción. Llegar a la madurez con menor o mayor carga de frustraciones, de luchas no dadas, de amores negados, de ideas que no aterrizaron, de silencios que duelen, significa que aq